La IA que revoluciona la obtención de permisos para la inversión
El tiempo y la incertidumbre frenan la inversión y el crecimiento en Chile”. Esta frase, que podría ser el titular de cualquier análisis económico de la última década, se ha convertido en el motor de Titania, plataforma que nace de las alianzas empresariales más innovadoras del ecosistema tecnológico nacional: la unión entre Quantico y Merlin Research.
Por María José Montero
¿Cómo nace esta alianza y por qué ahora?
Más que una alianza empresarial, lo que une a Quantico y Merlin Research es una visión compartida. Durante los últimos años, ambas compañías han colaborado en distintos proyectos de alto impacto, en la intersección entre inteligencia artificial, comunicación, desafíos públicos y transformación institucional.
No se conocieron en una feria tecnológica ni en un fondo de inversión. Su historia nace en conversaciones abiertas, talleres colaborativos y una pregunta profunda que resonaba cada vez con más fuerza: ¿Puede la inteligencia artificial ayudarnos a rediseñar la manera de solucionar problemas complejos?
Esa pregunta fue la semilla de múltiples colaboraciones. Pero en 2023, la urgencia se volvió estructural. Las cifras, de acuerdo con un informe de ese mismo año de la Comisión Nacional de Evaluación y Productividad, eran lapidarias: 439 trámites diferentes afectan el proceso de inversión, y 71 organismos públicos intervienen en decisiones críticas.
Obtener los permisos sectoriales en Chile tomaba, en promedio, 6,6 años. Más de US$62 mil millones en inversión esperaban aprobación, y solo ese año se perdieron más de US$2 mil millones por la incertidumbre normativa. Siete agendas de reformas habían fracasado en una década.
No era un problema de capital ni de voluntad empresarial. Era un problema de magnitud de información. Así, lo que fue durante años una colaboración estratégica entre Quantico y Merlin dio paso a una nueva plataforma: Titania.
Para Nicolás Fernández, CEO de Quantico, el propósito es claro: “Transformar la discusión de permisología en Chile con inteligencia artificial, y devolverle al país lo que más necesita para crecer sostenidamente: confianza en sus reglas del juego”.
¿Qué es exactamente Titania y qué problema resuelve?
Titania es una plataforma construida en colaboración con especialistas en derecho administrativo y cumplimiento regulatorio, para abordar un problema complejo con una solución precisa, rápida y profundamente sofisticada.
A través de inteligencia artificial entrenada específicamente en el lenguaje normativo chileno —leyes, decretos, reglamentos, dictámenes de Contraloría y jurisprudencia administrativa y judicial—, Titania es capaz de interpretar la viabilidad regulatoria de un proyecto de inversión a partir de su descripción técnica y su ubicación territorial.
En cuestión de minutos, la plataforma analiza el contexto legal aplicable, identifica los permisos necesarios y eventuales, define los organismos responsables de su tramitación y evalúa riesgos potenciales para el proyecto. Su interfaz amigable, pensada para inversionistas y consultoras, presenta estos resultados de forma visual, clara y accionable, permitiendo a los equipos de proyectos tomar decisiones informadas desde el primer momento.
La propuesta de Titania no es simplemente digitalizar trámites. Va más allá. Simula escenarios regulatorios complejos y propone estrategias para sortear obstáculos antes de que estos aparezcan.
Daniel Fossey, gerente general de Merlin Research, aclara:
“La plataforma no reemplaza al abogado ni al ingeniero, pero actúa como un copiloto experto que anticipa, organiza y orienta. La consecuencia directa es una drástica reducción de errores críticos, menor exposición a la judicialización y una significativa ganancia en tiempos y costos de tramitación”.
Al integrar modelos de lenguaje de última generación y capacidades predictivas con una base jurídica sólida, Titania se convierte en un estándar completamente nuevo para el cumplimiento normativo. Y lo hace con una promesa revolucionaria: transformar la incertidumbre regulatoria en certeza operativa.
¿Qué impacto puede tener Titania en el desarrollo del país?
El impacto de Titania se extiende mucho más allá de la eficiencia operativa de las empresas. Lo que propone es una nueva infraestructura cognitiva para el desarrollo económico de Chile.
Para los inversionistas, la herramienta representa una solución concreta a uno de los mayores problemas que enfrentan: la imposibilidad de planificar con certezas en un entorno legal cambiante, fragmentado y altamente burocrático. Titania les permite decidir con certeza inversiones y planificar el desarrollo de proyectos a partir de comprender el mapa y sistema regulatorio respectivo, y la ruta crítica asociada a la obtención de los permisos correspondientes.
“El efecto transformador también podría alcanzar al Estado”, destaca Claudia Bobadilla, abogada y directora de Quantico.
“Al sistematizar y ordenar la interacción normativa entre organismos públicos y privados, Titania genera una nueva capa de trazabilidad que permite entender dónde y por qué se producen lo que conocemos como cuellos de botella”.
Así, la herramienta no solo sirve para navegar la permisología, sino que también entrega insumos valiosos para una eventual reforma regulatoria basada en evidencia real y comportamiento institucional.
Desde la perspectiva del desarrollo sostenible, su valor está en facilitar la armonía entre crecimiento económico, respeto por el medio ambiente y cumplimiento normativo.
“Titania no persigue atajos regulatorios, sino que entiende el sistema regulatorio mejor que nadie. Y al hacerlo, propone un lenguaje nuevo entre inversión y regulación, uno que prioriza el orden, la claridad y la acción”, asegura Claudia Bobadilla.
¿Qué hace única a la alianza que dio origen a Titania?
La clave del éxito de Titania está en la combinación virtuosa entre visión estratégica y excelencia tecnológica.
Quantico ha sido pionera en diseñar soluciones para desafíos públicos complejos a través de inteligencia artificial, con una mirada “donde las personas siguen siendo la estrategia”, asegura José Fernández, socio director de la compañía. Su experiencia en ecosistemas institucionales, diseño de narrativa pública y estrategias de adopción tecnológica permitió que Titania no solo fuera técnicamente sólida, sino también económicamente viable.
Merlin Research, por su parte, aportó sus vínculos internacionales con centros como Carnegie Mellon University y su capacidad de construir motores semánticos de interpretación normativa. Fue gracias a esa base que Titania será entrenada no solo para “leer” normativas, sino para entenderlas, inferir sus consecuencias y simular rutas inteligentes de cumplimiento.
Juntas, estas dos compañías han creado algo que no existía en el país: una infraestructura digital que no digitaliza la burocracia, sino que la rediseña. Titania no es una consultora, ni una base de datos jurídica, ni una plataforma de formularios. Es un sistema inteligente que, en su versión más profunda, propone una nueva forma de pensar la interacción entre la inversión y el Estado.
La plataforma comenzará a operar en el sector construcción y se prepara para escalar a industrias clave como energía, minería, infraestructura pública y privada, pesca, saneamiento, turismo y agroindustria. Pero su meta no es simplemente expandirse. Su ambición es marcar un antes y un después en la forma en que Chile piensa, regula y permite su crecimiento.
En un país donde la tramitación de permisos ha sido sinónimo de lentitud, frustración y opacidad, Titania representa todo lo contrario: velocidad, claridad y confianza. Y en esa confianza —basada en datos, inteligencia y estrategia— puede estar el verdadero motor de la próxima década de desarrollo.
Más información en:
🌐 www.titan-ia.com
