Presidenta de la Confederación de la Producción y el Comercio
“Ser la primera mujer al mando de la CPC es una señal relevante para los nuevos tiempos”
Por Juan Pablo Morales G.
En sus 90 años de historia, ninguna mujer había presidido la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC)… hasta diciembre pasado. Susana Jiménez Schuster, exvicepresidenta de la misma CPC y exministra de Energía del segundo gobierno de Sebastián Piñera (2018-2022), asumió la dirección de la multigremial empresarial, con un liderazgo firme y un tono que busca aportar a la discusión contingente.
“No podemos dejar de dar esta batalla por un mayor crecimiento que incide directamente en el bienestar de las personas”, afirma.
En primer lugar, ¿qué responsabilidad y visión tiene al ser la primera mujer presidenta de la CPC?
Presidir una confederación tan importante como esta es un privilegio para cualquier persona que le gusta participar de los debates públicos y diseños de políticas públicas. El hecho de ser la primera mujer es un orgullo y adquiere un fuerte sentido de responsabilidad, porque estoy segura que no seré la última. Es una señal relevante para los nuevos tiempos, en los que hombres y mujeres ocupamos cargos de alta relevancia pública.
¿Cómo ve el escenario económico para este 2025?
Llevamos varios años con un crecimiento débil, insuficiente para alcanzar los niveles de desarrollo a los que aspiramos. A pesar del último Imacec de diciembre (6,6%), el cierre del 2024 termina en un 2,5%. No da para celebrar, ya que sigue siendo un crecimiento muy bajo y, más grave aún, las proyecciones no son muy distintas, con una tasa tendencial menor al 2% para los próximos diez años.
Se requieren políticas que vuelvan a impulsar el dinamismo económico, entendiendo que no es un mero número; genera oportunidades de empleo, favorece a las cadenas productivas y a las pymes, hay más expectativas de alza en los salarios. Por lo tanto, no podemos dejar de dar esta batalla por un mayor crecimiento que incide directamente en el bienestar de las personas.
Considerando las proyecciones de bajo crecimiento para los próximos años en Chile, ¿qué rol tiene que desempeñar la multigremial al respecto?
Sin lugar a dudas, hemos estado y estaremos en el debate y en el diseño de buenas políticas públicas, particularmente en un año electoral. Lo anterior pues se genera la oportunidad de repensar dónde están los problemas y qué debemos mejorar; todos los candidatos presidenciales debieran estar pensando cuáles son las medidas y acciones que puedan incentivar el crecimiento.

En una multiempresarial como la CPC, que reúne a los principales gremios del país, tenemos algo que aportar desde la experiencia y la visión del sector privado. Así, esta será una prioridad en los próximos dos años de mi gestión.
¿Cómo evalúa el proyecto de reforma al sistema previsional y el acuerdo entre el Gobierno y una parte de la oposición?
En primer lugar, nuestra visión es positiva respecto a haber alcanzado un acuerdo, particularmente sobre un tema diagnosticado hace casi dos décadas: aumentar la tasa de cotización. Las pensiones no serán más altas si no ahorramos más. Con el tiempo, las expectativas de vida han aumentado y, sin embargo, la edad de jubilación de las mujeres se ha mantenido intacta. Era una necesidad imperiosa. Además, se legitima el modelo que tenemos en Chile de capitalización individual, donde ahorramos durante nuestros años de trabajo y, con ello, financiamos nuestras pensiones.
También es bueno que el mercado de capitales vuelva a recuperarse después de los retiros de las AFP, aprobados transversalmente en el Congreso (en 2020 y 2021). Acumular mayores ahorros que financien la inversión es una buena noticia.
Señalado lo anterior, mantenemos algunas preocupaciones con relación a la sostenibilidad fiscal y al endeudamiento público; con el rol del Estado, que adquiere nuevas competencias y que se termine monopolizando la administración de los fondos; y, por último, nos preocupa que los costos de cotización hayan aumentado en un plazo acotado. Lo anterior en un contexto de un mercado laboral débil, con alta tasa de desempleo y una informalidad de casi un 30%… habrá que trabajar en medidas que permitan evitar que esto genere un deterioro aún mayor.