Arturo Díaz Godoy Presidente del consejo del consorcio de Minería Gold Park SpA
“Impulsaremos el desarrollo comercial y productivo de la Pequeña Minería”

Durante más de tres años, el conocido empresario y filántropo, ha madurado un innovador proyecto que, a partir de la optimización tecnológica de los procesos de concentración de minerales, aspira a implementar un salto cuántico en la productividad de los pequeños yacimientos del país, beneficiando directamente a un amplio sector de la población que vive en torno a ellos, en especial, comunidades indígenas ancestrales.
La minería es uno de los sectores económicos más complejos y desafiantes, no solo por las dificultades inherentes que plantean sus condiciones geográficas, orográficas y climatológicas, sino también por la necesidad de implementar modelos de negocio eficientes y capaces de responder en forma certera y ágil, a los constantes cambios de un entorno comercial y productivo cada vez más exigente y dinámico.
Variables que entiende a la perfección Arturo Díaz Godoy, empresario con más de 18 años de experiencia en el sector minero, y quien durante los últimos tres años ha impulsado un ambicioso proyecto personal, orientado a “reencausar las energías perdidas de la pequeña minería”, para así abrir nuevas y estratégicas oportunidades de negocio que le permitan a este sector, desarrollarse en plenitud, tanto desde el punto de vista productivo como tecnológico.
“Todo ello nos permitirá crear nuevos polos de desarrollo en zonas muy importantes del norte de nuestro país, beneficiando a un amplio sector de la población y entregando aportes sustanciales para el conjunto de la economía nacional”, asegura Díaz.
Estas ambiciosas metas fueron las que lo impulsaron a crear el nuevo consorcio minero Gold Park SpA, ubicado en la región de Atacama, y con el cual espera revitalizar a la pequeña minería nacional y reimpulsar su crecimiento, con miras a cumplir los grandes desafíos tecnológicos y ambientales del siglo XXI.
“Hoy existen más de 4.500 estas pequeñas entidades, de las cuales solo funciona un 10%, en su mayoría en altas condiciones de precariedad y atraso tecnológico, lo cual se traduce en poca eficiencia, elevados niveles de contaminación ambiental, escasa dotación técnica y mala recuperación de los minerales”, enfatiza Arturo Díaz.
“Además -agrega el empresario- todos sus procesos toman muchas horas, lo que aumenta tanto el índice de riesgo como los costos operacionales, haciendo inviables los negocios y condenando a los pequeños mineros a sufrir una especie de muerte anunciada”.
A raíz de esta situación, explica Díaz, se tomó la decisión de explorar nuevas formas y tecnologías para mejorar los actuales procesos de concentración de minerales, para así brindar a los pequeños mineros la posibilidad real de perfeccionar sus procedimientos e impulsar un crecimiento real y sostenible de sus operaciones.
“Para ello -indica Díaz- estudiamos y aplicamos diversas tecnologías de concentración de minerales, a lo largo de un proceso que tardó cerca de tres años y durante el cual realizamos una fuerte inversión, destinada a optimizar los procesos existentes mediante tecnología de punta. Al final, todo decantó en un innovador sistema que denominamos ‘Tecnología Orgánica libre de contaminación’, que brinda alto rendimiento a un costo rentable y con mayores índices de sustentabilidad”.
– ¿Qué beneficios concretos entregará esta tecnología?
En el corto plazo, podremos mejorar procesos de extracción y tratamiento de mineral, lo que se traducirá en una ampliación significativa de la competitividad de la pequeña minería, haciéndola más eficiente y capaz de cumplir en forma satisfactoria las normativas de medio ambiente y de seguridad.
– ¿Quiénes participaron de este proyecto?
A lo largo de todas sus fases se sumaron profesionales de diversas áreas del conocimiento, incluyendo geólogos, ingenieros metalúrgicos y comerciales, abogados especialistas en minería y científicos, todo ello con un costo de inversión importante, pero que estamos seguros de que se compensará, gracias a los beneficios que entregará esta nueva tecnología de procesos para optimizar la capacidad productiva de las pequeñas empresas.
Fue un proceso complejo y no exento de dificultades. De hecho en un momento estuvimos muy abrumados, porque había que cumplir normativas legales, exigencias de seguridad y estrictos parámetros de protección ambiental. Pero con esfuerzo y dedicación logramos salir adelante, y hoy ya podemos proyectar importantes cifras de crecimiento para la próxima década, los cuales confiamos en transferir en el corto plazo a toda la pequeña minería del norte de Chile.
CONVENIOS INTERCULTURALES
El éxito alcanzado en las fases preliminares del proyecto Consorcio Gold Park, motivó a Arturo Díaz (quien durante gran parte de su vida ha desarrollado una prolífica vocación filantrópica), a buscar la forma que sus beneficios productivos, ambientales y económicos, entregaran un aporte real, tanto a las pequeñas empresas mineras como al conjunto de la comunidad que vive y se desarrolla en torno a ellas.
Para ello, impulsó la firma de un acuerdo marco con diversas comunidades indígenas ancestrales del norte de Chile, “pues muchas de ellas precisamente poseen una gran cantidad de pertenencias mineras no explotadas o trabajadas de manera precaria y que, gracias a esta nueva tecnología, pueden tener nueva y exitosa vida”, asegura.
– ¿Y cómo se obtendría este beneficio en concreto?
Nuestro desarrollo nos permite elaborar concentrados metalíferos de oro, cobre y molibdeno de muy alta calidad. En otras palabras, el uso de las nuevas tecnologías que estamos utilizando, permite una recuperación de 95% de los metales, lo cual aseguraría una alta tasa de éxito para todas las comunidades indígenas que deseen reactivar o impulsar sus pertenencias mineras, para así transformarlas en actividades verdaderamente eficientes y exitosas.
– ¿Y cuáles serían los logros positivos más inmediatos?
En el corto a mediano plazo se pueden obtener importantes réditos comerciales derivados del intercambio con países que requieran de nuestra riqueza minera. Por ejemplo, estas comunidades ancestrales de Chile ya han firmado contratos de alianza con la República popular de China, tanto para exportar cómo importar, según las necesidades de ambas partes. Por ende, si logramos optimizar el desempeño de sus pertenencias mineras, abriremos nuevas e importantes oportunidades de negocios, que irán en beneficio de toda la comunidad.
– ¿Y al mismo tiempo, sería posible, por ejemplo, lograr otros beneficios directos o indirectos para la comunidad, que vayan más allá de la actividad minera?
Por supuesto. De hecho, la idea de esta alianza es proyectar en forma simultánea el rubro de la minería hacia otras áreas comerciales. Más aún, pronto tendremos las herramientas y oportunidades para apoyar distintos emprendimientos en todo el país, no solo en el sector minero, sino también en otros igualmente importantes, como energía, tecnología, biociencia, alimentación, etc.
Así mismo, creemos que esta iniciativa también nos permitirá formar una nueva red de medios de comunicación, con mensajes presentes en redes sociales, televisión, radios, vía pública y diversos otros medios a nivel nacional. Esto, a su vez, nos ayudará a dar a conocer nuestros proyectos y descubrir en qué zonas o áreas podemos contribuir, para que las personas, las comunidades y el ecosistema de emprendedores, obtengan beneficios que les permitan proyectar su crecimiento y desarrollo con mejores perspectivas de éxito.
– ¿Han dando pasos concretos en este último punto?
Claro que sí. De hecho, ya tenemos muy avanzado un proyecto para producir un nuevo matinal que se emitirá en una señal de televisión privada. Esto nos permitirá entretener y dar a conocer, día a día, nuevas y buenas noticias.
Tendremos también muchas otras sorpresas similares, todo esto con el objetivo de contribuir al desarrollo positivo de nuestra sociedad y bajar los altos índices de estrés, angustia y crisis existencial que vivimos, a raíz de todos los problemas emblemáticos de nuestra contingencia y que todos conocemos.