¿Cuándo llega La Niña?: Expertos analizan fenómeno y anuncian llegada

Un retraso en el desarrollo de La Niña intriga a científicos y aumenta la incertidumbre climática.

El fenómeno climático La Niña ha experimentado un inusual retraso en su desarrollo, manteniendo al planeta en un estado Neutral del Niño Oscilación-Sur (ENSO o ENOS) durante más tiempo del esperado. 

 

El calentamiento global, impulsado por las emisiones de gases de efecto invernadero y la quema de combustibles fósiles, no solo intensifica los efectos de fenómenos como La Niña y El Niño, sino que también resalta la urgente necesidad de adoptar energías renovables no convencionales (ERNC) para mitigar el impacto ambiental. 

 

Para que La Niña se declare oficialmente, la temperatura superficial del mar en el océano Pacífico Ecuatorial debe disminuir a -1.5 grados Celsius por debajo del promedio. Sin embargo, según el último informe de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA), aún no se han alcanzado estas condiciones, pese a que las probabilidades de su llegada eran del 66% para los meses de agosto, septiembre y octubre.

 

¿Para cuándo se espera el fenómeno?

La Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha actualizado sus pronósticos y ahora estima un 55% de probabilidad de que el fenómeno de La Niña se desarrolle entre septiembre y noviembre de 2024. Si no se produce en ese período, la OMM proyecta un 60% de probabilidad de que La Niña se establezca entre octubre de 2024 y febrero de 2025. Mientras tanto, la posibilidad de que se presente un fenómeno de El Niño durante este tiempo es considerada «insignificante» por los expertos.

 

La llegada de La Niña podría tener impactos significativos en los patrones climáticos globales, provocando sequías y temperaturas más equilibradas en Chile, mientras que en otras partes del mundo podría causar lluvias intensas e inundaciones. 

 

Los efectos de este fenómeno meteorológico son cada vez más impredecibles debido al cambio climático inducido por la actividad humana, que está elevando las temperaturas globales y exacerbando los eventos climáticos extremos. 

 

Los expertos destacan la importancia de monitorear este fenómeno, ya que su intensidad, duración y efectos varían según diversos factores climáticos. La transición hacia el uso de fuentes de energía limpias, como la solar y la eólica, se presenta como una estrategia clave para reducir las emisiones contaminantes y moderar las alteraciones climáticas que agravan estos fenómenos naturales.

 

 

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