Maestro Freddy Guerra “El arte marcial prepara nuestro cuerpo y alimenta nuestro espíritu”
Con un exitosa trayectoria en la práctica de karate coreano Tang Soo Do y Hapkido, este distinguido artista y maestro busca traspasar su experiencia a las futuras generaciones y dejar un legado de formación que ayude a las personas a cultivar un estilo de vida integral, saludable y alejado del estrés y la ansiedad que caracteriza a la vida cotidiana”.
La vida es un constante camino de aprendizaje y crecimiento, que en ocasiones depara sorpresas desagradables, ingratas y dolorosas, pero que pueden superarse en la medida que nuestros cuerpos y mentes estén preparados para “esperar y enfrentar lo inesperado”, de la forma más equilibrada posible.
Así lo entiende el artista marcial Freddy Guerra Orellana (@karatekoreano), Gran Maestro 7° Dan de Hapkido y 6° Dan de Tang Soo Do y fundador del Dojunim estilo Hosin Sul Hwa Rang Kwan Chile, quien inició su camino en estas disciplinas con tan solo cinco años e hizo del arte marcial un estilo de vida mas que un simple deporte, internalizando a lo largo de su formación, principios y códigos marcados a fuego, como honor, lealtad y perseverancia para nunca rendirse ante los obstáculos que depare la vida.
Valores que le permitieron cumplir todas su metas, como convertirse en cinturón negro y competir en numerosos torneos provinciales, regionales e internacionales, incluyendo 4 mundiales, “en la mayoría de los cuales he logrado salir campeón”, destaca.
Actualmente, no solo combina la práctica y enseñanza de las artes marciales, con su formación profesional de kinesiólogo, sino que además tiene suficiente tiempo para trabajar como ejecutivo de ventas en diversas empresas, lo cual demuestra, en su opinión, “la capacidad de las artes marciales para entrenar el cuerpo, la mente y el espíritu, para enfrentar con éxito cualquier desafío que nos imponga la vida, sin importar lo complejo o duro que este sea”.
“De hecho -enfatiza-, espero rendir pronto el examen para ser Gran Maestro 7° Dan de Tang Soo Do y luego seguir superando mis metas, que incluyen dejar un importante legado en la enseñanza de las artes marciales para las futuras generaciones”.
– ¿Cómo se gestó su ingreso y crecimiento en el mundo del Hapkido? ¿Cuál fue el catalizador que lo llevó a comprender que esta sería su vocación en la vida?
Ingresé a las artes marciales en 1990, cuando tenía 5 años de edad, y no solo se convirtió de inmediato en mi pasión, sino que también pasó a ser mi estilo de vida, ya que me enseñó tanto una disciplina como la importancia del movimiento y la energía en las personas. También me entregó principios y códigos vitales y trascendentes, como honor, lealtad, perseverancia y nunca retroceder en la batalla.
– ¿Desde su experiencia como artista marcial y maestro de Hapkido, es posible adoptar la práctica de esta disciplina como herramienta de vida?
Por supuesto que el arte marcial es valiosa como herramienta de vida, ya que no solo debemos estar físicamente bien, sino que además debemos preparar la mente, lo que nos prepara para diversas situaciones, tanto físicas como mentales. En otras palabras, las artes marciales preparan nuestros cuerpos para estar prevenidos, y nuestra mente para ser mas racionales en nuestras decisiones.
– En ese sentido, ¿cuáles son sus principales beneficios para el cuerpo, la mente y el espíritu?
Nuestro cuerpo es movimiento, y el arte marcial prepara el cuerpo para ser capaces de adaptarnos a todas las situaciones. Mediante su práctica buscamos obtener nuevas capacidades físicas, o bien, llevarlas a su mejor versión. Además, fisiológicamente al estar bien entrenados nuestra mente genera hormonas de felicidad y placer para evitar el estrés y la sobre preocupación. Asimismo, nos enseñan a ser objetivos, racionales y a controlar la mente en situaciones de peligro. Por ello, al practicar artes marciales estamos en nuestra mejor versión, tanto física como mentalmente, y nuestro espíritu busca superación, además de tener buena autoestima.
– En un mundo tan constantemente dominado por la incertidumbre, la celeridad y el estrés, ¿la práctica del arte marcial brinda una pausa para escapar de esta vorágine destructiva?
Para estos tiempos las artes marciales son primordiales, ya que ayudan a mantener la mente centrada y el cuerpo sano, así podemos ir mejorando nuestra capacidad de adaptación a las dificultades y logramos estar preparados para actuar rápidamente ante situaciones de contingencia. Del mismo modo, al liberar energía con la práctica y entrenamiento, podemos tener una mente más tranquila, lo que nos ayuda a bajar los niveles de estrés.
– ¿Y más allá de que pueda practicarse como instrumento de autodefensa, cómo ayuda el arte marcial a enfrentar el entorno de violencia y conflicto que hoy vivimos como sociedad?
El arte marcial, no solo es combate o autodefensa, tambien es autoconfianza y autocuidado, ya que nos ayuda a estar listos, preparados y prevenidos. Así, aprendemos a evitar conflictos innecesarios, porque somos capaces de observar las situaciones de peligro en todos sus pequeños detalles.
– ¿Cómo ha sido su experiencia a lo largo de estos años en materia de formación y preparación? ¿Tiene actualmente nuevos proyectos para expandir la práctica de esta disciplina?
En mis casi 34 años de practica marcial, he sido profesor tanto de niños de 4 años en adelante, como de universitarios y adultos. También he logrado ser instructor de equipos de FF.AA., incluyendo policías militares y marinos, y también de funcionarios de la PDI. En estos momentos estoy trabajando en varios proyectos simultáneos, como obtener mi representación nacional como 7° Dan de Chile y simultáneamente fiscalizar dos escuelas que están bajo mi supervisión en la Cuarta Región. Asimismo, en el corto plazo espero abrir una academia en Santiago, con el apoyo del Partido republicano, lo que se suma a la apertura de nuevos talleres de defensa personal, para civiles y militantes republicanos.
– ¿Y desde el punto de vista personal, siente que ha alcanzado sus metas en la vida, como ser humano y artista marcial? ¿Qué desafíos cree o siente que aún están pendientes en su camino?
Como artista marcial, logré alcanzar algunas metas importantes, como ser cinturón negro, maestro y campeón en diversas categorías, tanto nivel nacional como internacional. Sin embargo, un artista marcial nunca se contenta con lo que va logrando y siempre busca nuevas metas para progresar, ya que “el agua que se estanca, se pudre”. Por ende, nosotros siempre buscamos avanzar y perfeccionar nuestras capacidades. Por eso, mi meta es lograr que mis estilos sean más conocidos y dejar una marca en la historia, como lo hizo el maestro Bruce Lee y otros destacados representantes de las artes marciales de todo el mundo.