Diputada Carla Morales (RN) solicitó que se reconozca a los arrieros como un oficio

  • Esto con el objetivo de preservar esta histórica tarea que es parte de las tradiciones de nuestro país.

 

La práctica del arriaje consiste en trasladar al ganado de un lugar a otro para aprovechar al máximo los recursos que la zona permite y el arriero es el encargado de realizar esta tarea velando por la seguridad y alimentación de los animales. En la actualidad está labor se sigue realizando, donde  familias de arrieros transportan sus ganados hasta sectores cordilleranos, buscando agua y alimento dependiendo de las estaciones del año.

 

En el mes de la patria y con la finalidad de cuidar la preservación de  nuestras costumbres, valores y tradiciones culturales, la diputada Carla Morales, presentó una solicitud al Ministerio del Trabajo y a Chilevalora, para que el arriaje pueda ser un oficio reconocido formalmente.

 

En este sentido, la parlamentaria comentó que “los arrieros cordilleranos de nuestro país, acostumbrados a las inclemencias del tiempo en los sectores montañosos, han formado una extensa y antiquísima actividad, consistente en la carga de mulas, el traslado de animales para la cruza, cuidado del ganado y la alimentación a los sectores altos de la Cordillera de Los Andes, en comunión y respeto frente a su imponente condición”.

 

En la misma línea,  Morales argumentó que “es dable detenerse a meditar y reflexionar sobre la certificación de sus competencias laborales, dado que el sector o campo en el que trabajan carece de regulación precisa y el debido reconocimiento. De esta forma, cuyo reconocimiento favorecería las oportunidades de aprendizaje y valorización de este gremio basado en tradiciones y costumbres”.

 

Cabe mencionar, que en los últimos años producto de la sequía que sigue afectando a  nuestro país,  se han secado los valles afectando la alimentación de los ganados. Además,  la crisis económica y  la suma de otros factores ha afectado a los arrieros del país, obligándolos a perder parte de sus animales o incluso  a tener que cambiar completamente de rubro, lo que ha puesto en riesgo una tradición cultural.

 

 

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