Un respiro para la economía chilena: Fitch mantiene la clasificación soberana con perspectiva «estable»

Un leve respiro para la economía chilena le entregó esta tarde la agencia clasificadora de riesgo Fitch, que mantuvo la nota de la deuda soberana del país en A- (a seis escalones de la máxima calificación) con perspectiva «estable».

Hace algo más de un año, la agencia rebajaba nuevamente el rating del país debido a las presiones de gasto post pandemia y crisis social, además de la erosión de sus finanzas públicas.

En esta oportunidad, Fitch señaló que la clasificación está apoyada por una hoja de balance del Fisco «relativamente fuerte», con un ratio de deuda pública a PIB «muy por debajo» de sus pares, unos «sólidos» indicadores de gobernanza y un «track record de políticas macroeconómicas creíbles», centradas en un régimen con meta inflacionaria y un tipo de cambio flexible.

«Estas fortalezas están balanceadas con un PIB per cápita que se proyecta se mantendrá bajo en relación a sus pares, una alta dependencia de las materias primas y débiles métricas de apalancamiento y liquidez», señaló la entidad en un comunicado.

Ya a nivel de números, Fitch proyecta que la economía chilena se expandirá un 10,8% este año, para luego desacelerarse a 2,5% en 2022. Estima un déficit fiscal de 7,6% para el actual ciclo, el cual mejorará a un saldo negativo de 4,2% el próximo año. La deuda pública cerraría en 35,1% del Producto este año, desde el 32,7% a diciembre del año pasado, pero Fitch apunta a un ratio que se situará en 41,7% del tamaño de la economía en 2023 ante las mayores presiones de gasto y recursos comprometidos para el corto plazo.

Su visión del escenario político

En el análisis, Fitch apuntó a una serie de eventos políticos, como la presidencial y las parlamentarias de fines de noviembre.

«En la visión de Fitch, el ciclo político y una tercera ola de coronavirus estuvieron detrás del amplio estímulo fiscal de este año y una tercera ronda de retiros de fondos previsionales en abril de 2021 que impulsó un alto crecimiento económico y un amplio déficit fiscal», apuntó la agencia.

Así, respecto al tema político, fue enfático en señalar que «sin importar quién gane la Presidencia, habrá presiones para aumentar el gasto público en programas sociales».

«La política tributaria y el sistema privado de pensiones son áreas donde hay diferencias claves de políticas entre las plataformas de las candidaturas, con aquellos en la izquierda proponiendo aumentos en los ingresos tributarios para financiar mayores gastos y un rol más activo del Estado en el sistema de pensiones, mientras que aquellos en la derecha apoyan cambios menos radicales», apunta Fitch.

Así, anticipa que el Congreso se mantendrá dominado por la izquierda: «Las relaciones entre el Presidente y el Congreso serán claves en la orientación de política del nuevo gobierno, como se ha visto en la actual administración Piñera», cerró el comentario.

Respecto a la Convención Constitucional, Fitch se hace eco de la posibilidad de que su trabajo se extienda más allá de junio del 2022 y anticipa que el marco institucional económico «probablemente se mantendrá», aunque con cambios «en los márgenes» como mantener la independencia del Banco Central, pero expandiendo su mandato para incluir consideraciones de crecimiento económico y empleo.

«Regulaciones ambientales más estrictas y cambios a los derechos de aguas podrían impactar los importantes sectores de la minería y la agricultura», advirtió la agencia.

 

Fuente: Diario Financiero

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