“No pedimos privilegios, sólo que se nos trate en igualdad de condiciones respecto de otros sectores de la economía”

Rodrigo Osorio, músico y presidente de SCD
Músico del grupo Sinergia, Ingeniero Civil Industrial de profesión y durante los últimos dos años fue vicepresidente de la Sociedad Chilena del Derecho de Autor (SCD), ante un escenario nada favorable para la escena musical. Rodrigo Osorio o “Don Rorro”, como lo apodan, recientemente fue elegido presidente de la SCD por el Consejo Directivo de la agrupación, cargo que asume para los próximos dos años. Paralelo a eso, se dedica a realizar talleres para músicos emergentes y junto a su grupo Sinergia están reanudando paulatinamente los shows en regiones.
Respeto de la situación de la industria y realización de eventos musicales, sostiene que “no pedimos privilegios, sólo que se nos trate en igualdad de condiciones respecto de otros sectores de la economía”. En este ámbito, nuestro entrevistado nos cuenta en detalle de la situación actual de la escena musical, el foco que tiene la nueva directiva de SCD, las pérdidas y afectación en pandemia, las proyecciones del regreso a los escenarios, entre otros temas.
-A casi dos años del estallido social y siendo realista en la situación actual, ¿cuáles son a tu juicio los problemas más críticos que vive la escena musical?
Sin dudas la imposibilidad de realizar en plenitud nuestro trabajo, que es la música en vivo. Nosotros hemos comprendido la situación de pandemia probablemente mejor que nadie, como prueba los casi 17 meses que llevamos sin hacer conciertos. Sin embargo, solo pedimos que se entienda que nadie puede estar tanto tiempo sin trabajar y que de nuestro sector dependen muchas personas que se desempeñan en él, no sólo músicos, además de un público que en este contexto necesita expresiones que contribuyan a su salud mental y estado emocional. Pese a esas consideraciones, no pedimos privilegios, solo que se nos trate en igualdad de condiciones respecto de otros sectores de la economía. Hemos visto que tempranamente se buscaron opciones para la gastronomía, el comercio, el transporte, la hotelería y otros rubros. Sin embargo, nosotros y la cultura en general, hemos sido permanentemente postergados. Creemos que llegó la hora de terminar con este ciclo tan perjudicial, y abrir una etapa marcada por la búsqueda de la viabilidad de nuestra actividad en las distintas fases del Plan Paso a Paso, a partir del conocimiento técnico y científico.
-Como reciente presidente electo de SCD, ¿cuáles son los principales focos de la nueva directiva considerando la incertidumbre económica que ha desencadenado la pandemia en la música?
Tenemos focos de largo alcance, como pueden ser el fortalecimiento de nuevos usos y usuarios, entre ellos el mundo audiovisual y el streaming, además de seguir promoviendo la importancia de respetar los derechos de autor, de pagar a los creadores por la utilización de sus obras y de difundir la música chilena, entre otros. Sin embargo, es inevitable en el contexto actual no fijarse como desafío urgente la reactivación de nuestro sector, poniendo arriba de la mesa la situación crítica en que nos encontramos. Luego, impulsando propuestas que nos permitan salir de la misma, y finalmente reconstruyendo un sistema que deberá ser aún más sólido y comprometido que el anterior, de modo de hacer frente cuanto sea posible al enorme perjuicio que este tiempo ha causado en muchos músicos y actores de la industria.
-Si tuvieras que estimar pérdidas en el mercado de la música en esta pandemia, de cualquier índole, ¿cuáles serían las más severas e importantes?
Los productores de conciertos han estimado las pérdidas de la industria en cientos de millones de dólares. Nuestra propia recaudación como SCD también ha bajado, y todo eso tiene una incidencia directa en los ingresos de los artistas. Pero a mí como músico y como presidente de SCD, sin dudas que la pérdida que más dolorosa me resulta es la de aquellos músicos que decidieron dejar la actividad para buscar otro tipo de trabajos, ante la necesidad de mantener sus hogares. Ese tipo de consecuencias, la fuga de talentos, suponen un daño invaluable para nuestra cultura y nuestro patrimonio.
-El formato digital y conciertos online llegaron para establecerse. Conversando con tus pares, ¿cómo lo han afrontado y si lo consideran un formato cómodo?
A nivel emotivo y energético, la experiencia de un concierto online de ninguna manera se aproxima a un show en vivo, de interacción directa con el público. A nivel económico, salvo contadas excepciones con artistas de gran magnitud, su aporte por ahora es con suerte marginal. Sin embargo, de todas maneras los valoramos, ya que nos permitieron mantenernos activos y en contacto con la gente durante el período más duro que haya vivido nuestro sector, durante el cual también pudimos llevar algo de alivio y compañía a las personas en un contexto de cuarentena, encierro y distanciamiento. Como todo nuevo recurso, es evidente que el formato llegó para quedarse, pero creemos que su presencia será complementaria y no angular. Menos en el período post pandemia, cuando seguramente la ansiedad de la gente por salir, por interactuar con otros y ver música en vivo, va a ser tan grande como la de nosotros por tocar.
-A nivel de empleabilidad en esta pandemia en el mundo musical, ¿quiénes se han visto más afectados?
Es el ecosistema completo de la música en vivo se ha visto afectado. Los músicos y músicas somos la cara más visible de esta crisis, pero esta industria también da trabajo a productores, guardias, sonidistas, iluminadores, escenógrafos, vestuaristas, bailarines, gestores, roadies y una gran cantidad de trabajadores. De ahí la insistencia con que hemos alzado la voz, y la seguiremos alzando, por un retorno sustentable de la música en vivo.
-¿Cuáles son acciones tienen proyectadas para el regreso de los músicos a los escenarios?
Como ha sucedido en los últimos 16 meses, seguiremos aprovechando cada ventana del plan Paso a Paso para impulsar la música en diversas magnitudes. Por lo mismo, desde ya estamos fijando fechas con aforo reducido en nuestras salas SCD de Bellavista y Plaza Egaña, y estamos muy atentos de cara a lo que pueda suceder en dos de nuestros principales eventos de fin de año: El Día de la Música y la Feria Pulsar. Sin embargo, nuestro desafío principal sigue siendo el retorno permanente, seguro y sustentable de la música en vivo, por lo que seguiremos conversando con quien sea necesario para lograrlo y promoviendo las iniciativas que estén a nuestro alcance. Una de ellas es el ensayo clínico que estamos impulsando con la Universidad de Chile, como forma de aportar de manera concreta a este proceso. Consistirá en un show de Chancho en Piedra con aforo completo en Sala SCD Egaña y estrictas medidas sanitarias, entre ellas PCR de entrada y salida, uso permanente de mascarilla, pase de movilidad, medición de CO2 en la sala y ventilación adicional. La idea es determinar cuál es la real incidencia de la música en vivo en la propagación del Coronavirus y cuál es el verdadero riesgo de contagio en esos ambientes, cuando a la vez se implementan adecuados protocolos. Los resultados de esta experiencia serán puestos a disposición de las autoridades, de modo que puedan tomar decisiones futuras considerando las conclusiones científicas que proveerá la Universidad.
-¿Sientes que la creatividad musical afloró más estando en casa? ¿Algún álbum lanzado últimamente que quieras recomendar?
Efectivamente la música ha sido un refugio para muchos, también para mí, y los artistas han compuesto más en pandemia. Prueba de ello es que el año pasado se declararon 10.700 obras, que es muchísimo. Pero junto con esto no se ha podido recuperar la magia de componer en grupo, se ha trabajado a distancia, y eso también se nota. En este tiempo yo empecé a dictar talleres para músicos emergentes, han participado más de 300 personas, y con esos artistas armé una playlist en Spotify, con mucho material muy bueno. Puedo mencionar a Los Bliss, Valentina Inostroza, Tegualda, María Bonobo, muchos artistas emergentes que he estado escuchando y que dan cuenta de que hay muy buen material en todos los estilos. Si la quieren escuchar, se llama «Taller para músicos emergentes de Don Rorro» y la encuentran en mi perfil de Spotify (Rodrigo Osorio).