Encuesta revela que trabajadores chilenos son más exigentes respecto a políticas claras de teletrabajo que promedio mundial

 

  • Por: Alexis Castillo

 

 

Según la consultora Randstad el 36% de los chilenos demandan protocolos que permitan un equilibrio entre el trabajo y la vida personal, cifras que contrastan del escenario mundial donde estas demandas llegan a un 27%, lo que se traduce en una exigencia mayor por parte de los trabajadores locales con respecto a políticas claras de teletrabajo. Además, el estudio también reveló que el 65% de los trabajadores en todo el mundo ha visto perjudicado este equilibrio a causa el trabajo remoto.

 

El formato home office cada vez es más indispensable en la vida de las empresas, modalidad que ha permitido conservar la fuente ingresos de cada trabajador y, a su vez, minimizar el riesgo de contraer el virus Covid-19. Sin embargo, y aunque hay quienes siguen privilegiando las oficinas, una gran mayoría ha optado por desarrollar las labores desde el hogar. Esta alternativa, que parece conveniente en términos económicos, ya que en teoría no supone costos y traslado, a su vez implica una serie de complicaciones a nivel físico y emocional, pues existen algunos problemas para aquellos trabajadores que han permanecido durante más de 15 meses encerrados en sus casas cumpliendo sus obligaciones frente a una pantalla.

La denominada “fatiga pandémica”, que fue advertida por la Organización Mundial de la Salud a fines del año pasado, implica cansancio físico, estrés y agobio mental. Esta fatiga va en aumento a nivel mundial afectando cada vez más a trabajadores, de hecho, según la edición del primer semestre 2021 del estudio Workmonitor, realizado por la consultora de RR.HH. Randstad a empleados de América, Asia y Europa, hoy tiene al 65% de la fuerza laboral global pidiendo a sus organizaciones políticas al interior de las organizaciones para mejorar el equilibrio entre el trabajo y la vida familiar.

 

En este contexto, los chilenos no se quedan atrás, esto porque en la actualidad existen tres principales demandas de los trabajadores que se desempeñan en esta modalidad, donde la primera es mejorar el horario de conexión, punto que concentra un 36% de reclamos, muy por sobre el promedio global de 27%. La siguiente demanda es el establecimiento de protocolos estrictos y claros respecto del trabajo remoto, con un 31%, y finalmente, piden un programa de apoyo para potenciar las habilidades o la adaptación al nuevo entorno de trabajo, con un 27%.

 

El último dato a destacar de esta encuesta es que un 26% de los entrevistados reconoce que el hecho de estar distanciados físicamente con sus equipos laborales ha impactado de forma negativa en términos de productividad. De hecho, solo un 32% de los encuestados contestaron que el trabajo remoto les ayudó a incrementar su productividad, lo cual es un porcentaje muy alejado al de algunos países como India, con 59%, o el 45% de México.

Queda claro que la modalidad remota en Chile aún tiene puntos que mejorar para garantizar en una empresa un bienestar económico y un bienestar físico en los trabajadores.

 

 

 

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