Pobreza registra primer aumento en Chile tras dos décadas a causa de la pandemia
Las cifras de pobreza iban a ser el gran termómetro para cuantificar el impacto que la crisis sanitaria está provocando en la economía, y, por ende, en las familias. Si bien había algunas proyecciones, como la del FMI esperaba que superara el 12%, la cifra entregada por el Ministerio de Desarrollo Social estuvo por debajo de esas expectativas.
De acuerdo a los informado por la subsecretaria de Evaluación Social, Alejandra Candia, la pobreza por ingreso subió de 8,6% en 2017 a 10,8% lo que se traduce en que 2.112.185 personas están en esta condición, mientras que la extrema pobreza avanzó de 4,3% lo que equivale a 831.232 personas (2,3% en 2017).
Esta es la primera alza en la pobreza desde 2000, cuando pasó de 35% (en 1998) a 36%, luego continúo su senda de reducción constante hasta el 8,6% de 2017. Todo lo anterior siguiendo la metodología más reciente, que es más exigente que la que se informaba por esos años. En el 2000 fue la única ocasión desde 1990 en que se había producido un alza en la pobreza por ingresos, impactada por los efectos de la crisis asiática en la economía y, especialmente, en el empleo.
A pesar del alza informada hoy, que incorpora el fuerte impacto de la crisis sanitaria, la cifra es menor a lo que se registraba en 2015 cuando el porcentaje llega a 11,7%.
Tal como en las mediciones anteriores, la mayor tasa de pobreza se registra en la región de La Araucanía, anotando 17,4%, seguida de Ñuble, con 14,7%; Tarapacá, con 14% y Biobío, con 13,2%. En la Región Metropolitana la pobreza llegó a 9%. Los mayores saltos en pobreza entre 2017 y la medición actual se registraron en Magallanes (+171%), Tarapacá (+118%), Antofagasta (+82,4%), la Metropolitana (+6,7%) y Valparaíso (+59.2%).
De acuerdo a Candia, la merma más importante que hubo en esta medición fueron los ingresos del trabajo que cayeron 11% pasando de $843.821 en 2017 a $746.865 en 2020. Asimismo, este ítem se ve magnificado en los sectores de menores ingresos: en los hogares de los dos primeros quintiles fue de 40% real entre 2017 y 2020 pasando de $283.562 a $171.335. Sin embargo, parte de esto fue compensando por los subsidios fiscales, los que aumentaron entre 2017 y 20202 58% en términos reales -es decir, después de la inflación-, desde $33.789 a $53.412 en promedio. En tanto, para los dos primeros quintiles de menores recursos, el aumento también fue de 58% real, pasando de $58.626 a $92.710.
Candia acota que ahora el foco debe estar “en avanzar hacia fortalecer este proceso de recuperan pensando que es una crisis de los ingresos laborales. Esto pone un desafío enorme a la política pública para fortalecer el empleo para los sectores que lo necesitan”.
De hecho, sin estas ayudas la tasa de pobreza, según Cepal, habria sido de 13,7%.
Con estos resultados, Chile es el país de la región con la menor alza en la tasa de pobreza, al ser de 2,2 puntos porcentuales. En Argentina, por ejemplo, se espera un alza de 10 puntos, desde 32% a 42%. El nivel de 10,8% informado además es el más bajo, menor a la de Uruguay, que pasó de 7,9% a 11,6%, según datos de Cepal.
En las ayudas el gobierno clarificó que el 10% de los retiros no está contemplado como ayuda hacia las personas. “No está contemplado los retiros de los 10% de los fondos de pensiones, porque es un desahorro, no son mayores ingresos, por ende, no está contemplado como contención de la pobreza, porque no es consistente con la metodología, y lo que se contempló con respecto a ayuda es bono Covid y el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE)”.
Las ayudas monetarias también ayudaron a contener el aumento de la desigualdad. De acuerdo a los datos de la encuesta, el índice Gini considerando solo los ingresos del trabajo subió de 0,501 a 0,527 (a número más alto más desigualdad), mientras que el Gini de ingresos monetarios, que considera las transferencias estatales, subió de 0,488 a 0,510.
Fuente: La Tercera.