“La minería es la industrias más masculinizada, pero la que también está haciendo más esfuerzos por incluir mujeres”

Tamara Leves Hamen, presidenta de Women in Mining Chile

 

En Chile y el mundo la industria de la minería es una de las más masculinizadas de la economía por diversas razones. Algunas de ellas apuntaban a simples supersticiones, como que las mujeres “traían mala suerte en los piques”, y otras donde por ley se prohibía la presencia femenina en los yacimientos. Pero no fue hasta 1996 que dicha situación comenzó a cambiar en nuestro país con la eliminación de esta restricción en el Código del Trabajo, permitiéndoles así avanzar y tener un espacio importante en la industria.

Con el pasar de los años, la participación femenina se fue incrementando y según datos del Estudio Fuerza Laboral de la Gran Minería Chilena 2021-2030, la intervención de la mujer en empresas mineras alcanza a 2021 un 12,2%, cifra que si bien no es mayor, año a año la industria se preocupa por aumentar a través de diferentes iniciativas. Tal como lo señala la presidenta de Women in Mining  (WIM) Chile, Tamara Leves Hamen, quien asegura que “a pesar de que la participación sigue siendo baja y seguimos siendo una de las industrias más masculinizadas, es la que hace más esfuerzos en atraer, desarrollar y promocionar mujeres”. 

En este sentido, la timonel de WIM abordó en entrevista en profundidad con E-negocios la actualidad del panorama nacional -en contexto de Covid-19- respecto a la participación de mujeres en minería, las brechas existentes, su baja participación en el campo laboral, las maneras de poder avanzar en el empoderamiento femenino y mucho más.

 

-¿Cómo se ha visto afectado el rubro de la minería con la pandemia?

En general la minería ha estado funcionando durante toda la pandemia, es una industria que no ha parado. El país tomó la decisión de permitir que la producción permaneciera constante, lo que por ejemplo no sucedió en Perú. Entonces, se ha mantenido la producción y las mineras, empresas contratistas y proveedoras han implementado un sin número de medidas regulatorias para el ingreso o pre ingreso a las faenas con el fin de asegurar las medidas sanitarias, ajustando también las dotaciones y turnos para proteger la vida y la salud de todos los trabajadores y trabajadoras que están en la faena.

-¿Cuál es el aporte y la misión de las mujeres en la minería?

Es muy amplio, pero finalmente es el mismo aporte que puede hacer cualquier trabajador en cualquier trabajo, es generar valor a las mineras desde lo que una sabe hacer, solo que estamos en un pie donde todavía no hemos sido capaces de ingresar con toda la fuerza que se requiere y tener una industria equilibrada en términos de género. Yo creo que esa es la misión y por lo que estamos trabajando, para transformar la minería en un rubro más equitativo en el porcentaje de género, entendiendo que el talento se distribuye de la misma forma entre hombres y mujeres. 

-¿Existen medidas para incorporar a la mujer en este rubro?

Si claro, existen varias medidas que se vienen promocionando hace un par de años desde la Mesa de Mujeres en Minería, como la firma de diversos protocolos, declaraciones de mineras grandes respecto a sus políticas y estrategias para la incorporación de la mujer en la industria. Además, existe la norma de género y la certificación de ONU Mujeres, junto a  varias iniciativas más.

-¿Cómo ves el panorama nacional respecto a la participación de mujeres en minería? ¿Sigue existiendo una brecha muy grande en Chile?

La participación sigue siendo baja, según el Sernageomin en diciembre del 2020 cerramos con un 9,6%, por lo tanto, si uno lo ve desde ese punto de vista seguimos siendo una de las industrias más masculinizadas de toda la economía en Chile. No obstante, sí reconozco que la minería es una de las industrias que está haciendo un esfuerzo serio, constante, declarado y público, donde están estableciendo métodos de evaluación, estrategias, metas super desafiantes y participando activamente también en buscar, atraer, desarrollar y promocionar mujeres más jóvenes para que en el mediano plazo también puedan estar trabajando en la industria. 

De todos modos, la brecha sigue siendo muy grande porque todavía muchas de estas mujeres, sobre todas las más jóvenes que se quedaron un poco rezagadas desde el año 2019 y luego el 2020, primero por la contingencia social y luego por la pandemia, una vez que terminaron sus carreras les ha sido muy difícil poder insertarse laboralmente. Así, tenemos un tremendo desafío no solo como industria sino que también como país, ya que se debe tender la mano y ofrecer la oportunidad a esta generación joven para que pueda adquirir experiencia e insertarse definitivamente en el mundo laboral. Otro problema que tienen las mujeres es que cuando van a buscar trabajo tienen mucha competencia, y se hace una diferencia respecto a la experiencia que sí tienen los hombres, pero ese es el momento donde también existe la posibilidad de que las empresas puedan compensar esa falta de experiencia a través de un acompañamiento que le permita adquirirla en el transcurso del desarrollo de su trabajo.

-En cuanto al mundo laboral en general, ¿crees que se está haciendo un buen trabajo en cuanto a políticas públicas para empoderar a la mujer y potenciar su participación en campo laboral? 

Esta respuesta es compleja pensando que estamos insertos en medio de la pandemia, lo que ha evidenciado problemas profundos en torno a cuál es la condición de las mujeres en el mundo laboral. De hecho, las mujeres han venido buscando la incorporación en el campo laboral durante los últimos 100 años de manera muy activa y progresiva, pero no han podido llegar a ese lugar por diversas razones. Entonces, quiero hacer el contrapunto de que las mujeres están intentando ingresar al campo laboral, pero tienen muchas cargas, culpas y detractores personales, familiares y   sociales que van de alguna forma minando el camino, y eso hace también que muchas deserten o dejen pausadas sus carreras. 

El punto es que para esto también necesitamos la cooperación de los hombres y que busquen con la misma fuerza e intensidad ingresar al mundo de la familia, de sus casas, lo que es la corresponsabilidad en el hogar, porque ellos no quieren acceder o no están dispuestos a hacerlo. De hecho, hace muy poco una encuesta de la Universidad Católica hablaba del concepto del “Hombre Cero”, donde el 38% de los encuestados declaró dedicar cero hora a las tareas del hogar; un 71% no dedica ni un minuto a ayudar a sus hijos e hijas y adolescentes con tareas; y el 57% dedica cero horas al cuidado de estos niños y niñas. Entonces, a las mujeres se les hace mucho más difícil avanzar en este objetivo de desarrollo profesional, y hoy en día queda mucho más en evidencia ya que no hay redes de apoyo ni están disponibles para el cuidado de estos niños y niñas, ya que las escuelas, los jardines infantiles cerraron sus puertas. Entonces, el problema es cómo nos hacemos cargo como sociedad y familias de poder cuidar a estos niños y niñas, y en definitiva, lo que ha sucedido es que le hemos encargado esta labor a las mujeres. Es complejo decir que se está haciendo un buen trabajo en políticas públicas, porque esto no solamente tiene que ver con la pandemia, ya que solamente lo que hizo fue agravar a la situación.

-¿Consideras debería existir algún tipo de sistema de cuotas para integrar mujeres en los directorios de grandes empresas?

Hoy un buen ejemplo de esto fue la elección de los constituyentes, pues hoy tenemos el orgullo de decir que podremos redactar la primera constitución en forma paritaria. Esto se hizo gracias a que independientes y partidos políticos pusieron a sus mujeres en primera línea para las elecciones, por lo tanto, podemos decir que claramente hay muchas mujeres capaces y disponibles, solo que no las vemos, ya que algunas tienen muy poca visibilidad. Entonces, si no hubiera existido la intención de una búsqueda paritaria la verdad es que esto no hubiera sucedido naturalmente, y esta es la misma reflexión que hago no solo para los directorios, sino que también para otras estructuras. Creo que necesitamos una búsqueda intencionada de esas mujeres talentosas, que tienen las competencias, pero que en algunos casos les faltaría la experiencia, exposición y trayectoria. En el caso particular de los directorios no me cabe duda, yo participo en REDMAD, en Mujeres Capaces y también estoy en el registro del Ministerio de la Mujer, entonces, si no existe la intención no las podremos visibilizar y quedará en una decisión particular. 

Además, los directores de las grandes empresas muchos de ellos se repiten, hoy ha costado mucho incorporar nuevos nombres y rostros, y claro que es muy importante que lleguen mujeres a los directorios porque desde una mirada y un liderazgo femenino se entregan esperanzas y se pueden abrir más espacios para mujeres talentosas. Se deben romper más techos de cristal y deben servir como modelos, no sabes lo importante que es para una mujer más joven ver que otra sí puede lograrlo, sí puede avanzar, es vital contar con estas mujeres que ya llevan un camino recorrido y puedan tender una mano y llevar a otras a dar ese paso en el desarrollo de su carrera hacia puestos de toma de decisiones, como son los directorios.

 

 

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