La bencina en Chile tiene los impuestos más altos de la región y uno de los más bajos de los países de la OCDE
El precio de las bencinas en el país sigue en aumento y van 27 semanas de incrementos consecutivos. El precio para todos sus octanajes están en su punto más alto desde 2014: la de 93 octanos en $870 promedio, la de 95 octanos en $894 y la de 97 octanos en $921.
Este nivel de precios abrió el debate, una vez más, sobre la carga tributaria que se aplica a los combustibles en Chile, en este caso a las gasolinas. Incluso, parlamentarios oficialistas presentaron un proyecto de ley para que se reduzca a la mitad el impuesto específico que paga este producto, lo que, según dijeron, tendría un impacto de rebaja de 20% en el valor final al consumidor.
A la luz de esa discusión, es pertinente analizar dónde se ubica Chile en comparación con el resto del mundo, tanto en materia del precio de las bencinas, como del total de impuestos que se les cobra y cuánto de dichos gravámenes se refleja en el valor a público.
De acuerdo a un informe de Hermann Consultores, a nivel de precios, el de la gasolina de 95 en Chile (que es el promedio de las de 93 y 97 octanos) es de US$2,1 (medido a paridad poder de compra), bastante cerca de la cifra promedio de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde), con US$2,2, e igual al promedio de América Latina.
De acuerdo al análisis, los precios del petróleo y combustibles –bienes transables- en el mercado internacional son un importante parámetro en la determinación del precio final para los consumidores, específicamente en países que son importadores de petróleo. “La diferencia entre el precio internacional y el precio al consumidor final corresponde a los costos de refinación y distribución, las estructuras de mercado y la intervención estatal por medio del cobro de impuestos especiales”, sostiene el informe.
En comparación con los consumidores europeos generalmente pagan precios más altos de la gasolina después de impuestos, lo cual es un reflejo de la tendencia de utilizar impuestos elevados para reducir el consumo de gasolina con fines medioambientales o recaudar ingresos para objetivos de política social.
En este grupo, Chile se ubica entre los países con la menor proporción de impuestos en el precio final, ya que un 48% del precio es impuesto y un 52% es el valor internacional del crudo. En la parte alta de la tabla se ubican naciones como Francia, Italia, Países Bajos y Suecia, con más de 60% de su valor final correspondiente a la carga tributaria.
A nivel de la región, en nuestro país el 54% del precio final al que se comercializa corresponde a los gravámenes que aplica. Les siguen Brasil, con 45% del total del precio, y México, con 44%.