Axesor Rating confirma la calificación crediticia de la República de Chile de A- con tendencia estable en abril
Desde la agencia de calificación europea consideran que la economía chilena crecerá a un ritmo del 6,2% este año 2021 y del 3,8% en 2022. Cifras que se producen tras la contracción del -5,8% interanual por el impacto del COVID. Este crecimiento vendrá impulsado por la importante mejora del consumo privado y llevará al país en segunda posición del ranking de economías de la región, solo por detrás de Perú. Aún así, no será hasta 2023 cuando se recuperen los niveles pre-crisis.
De hecho, tal y como se señala en el informe, estas expectativas de crecimiento se encuentran condicionadas por el cumplimiento del calendario de vacunación y por la elevada dependencia del país de China y Estado Unidos como consecuencia de la actividad exportadora del cobre.
En relación al mercado laboral, Axesor Rating apunta a una recuperación progresiva. Así, tras el incremento de la tasa de desempleo de tres puntos en 2020 (hasta el 10,8%), se espera que ésta se reduzca a niveles del 9% y 8,2% en 2021 y 2022, respectivamente. No obstante, señalan el impacto negativo de la “elevada tasa de temporalidad que aumenta la tasa de rotación de trabajadores, así como la baja inversión en formación redundando en una menor productividad y un crecimiento estructural menor”.
También en la parte negativa, se advierte de los altos niveles de deuda privada de Chile, por encima de sus comparables.
Deuda, balance fiscal y liquidez
Desde la agencia de calificación europea valoran positivamente el historial de políticas fiscales coherentes que han minimizado el impacto de la crisis -provocada tanto por el COVD-19 como por los menores ingresos por el bajo precio del cobre- sobre las cuentas públicas chilenas, con un déficit fiscal que alcanzó el 8% del PIB en 2020 (cinco puntos por encima de el del año anterior).
De cara a los próximos dos años se espera que la recuperación económica permita retomar la senda de control del déficit público, con correcciones de entre tres y cinco puntos porcentuales en los ejercicios de 2021 y 2022. Es decir, hasta el -5% y -2,8%, respectivamente.
Tal y como ocurrió en el anterior informe de calificación, Axesor Rating valora de forma positiva los “niveles moderados” de deuda pública, que se espera cierre 2021 en un 33,6% sobre PIB, algo más de un punto por encima de 2020 (32,5% sobre PIB). Con todo, desde Axesor Rating señalan que “la cifra se mantiene en niveles considerablemente menores respecto a otros países desarrollados y emergentes. Esta buena posición se refuerza considerando la deuda neta sobre PIB que cerró el último año en un 8,6% beneficiada por los activos financieros que detentan tanto el Fondo de Estabilización Económica y Social (FEES) como el Fondo de Reserva de Pensiones (FRP) que ejercen como buffers ante posibles imprevistos”.
En este punto cabe señalar que según el Índice de riesgo país EMBI -que mide el diferencial entre los bonos del Tesoro de Estados Unidos y los bonos denominados en dólares de los países emergentes-, el precio a pagar por las emisiones chilenas es bajo, situándose aproximadamente en la mitad que sus homólogos tanto latinoamericanos como de los del resto del mundo. En este sentido, y pese de la volatilidad experimentada durante el mes de marzo, “la situación actual es de estabilidad, con fácil acceso a los mercados y con costes similares a los previos a la crisis sanitaria”, detalla el informe.
Por otra parte, la agencia de calificación europea destaca las “excelentes posiciones líquidas” de Chile, en torno al 23,9% del PIB a cierre de 2020.
Política monetaria y sistema financiero
En su calificación Axesor Rating valora la solidez del sector bancario chileno, altamente concentrado y con una “sobresaliente rentabilidad meda del 15,8%”. Sin embargo, el informe también advierte de la reducción de la misma con respecto a 2019 (16,5%).
Pese a que la morosidad en la banca de Chile se sitúa en niveles notablemente bajos del 1,8% a cierre de 2020, se advierte del “previsible incremento como consecuencia de la contracción económica y su efecto sobre las empresas en un país en el que la presencia de empresas de reducida dimensión es notable”.
Respecto a la inflación y la fortaleza de la moneda nacional, el sistema de cambios flotantes establecido en 1.999 y el objetivo inflacionario de entre el 2%‐4% establecido por el Banco Central de Chile, han contribuido a que el peso chileno sea la moneda con la menor volatilidad media de las principales divisas latinoamericanas.
Marco institucional y situación gubernamental
Por último, la calificación considera de forma positiva la fortaleza del marco institucional del país del Cono Sur de Latinoamérica, a la vanguardia de la región durante muchas décadas y con una alta valoración de en los indicadores de gobernanza global del Banco Mundial.
Pese a ello, el debilitamiento del crecimiento económico, la elevada desigualdad o los casos de corrupción hacen que Chile se enfrente a un periodo exigente con numerosos retos en un contexto complejo, en el que además se está llevando a cabo una reforma legislativa e institucional que “esperamos que refuerce la calidad de su democracia sin debilitar las fortalezas institucionales y consensos que han permitido el país obtener buenos resultados durante las últimas décadas”.