¿Cómo emprender pensando en el medio ambiente?

Emprender puede jugar un papel importante en la economía de nuestro país, considerando que aportan un buen porcentaje al Producto Interno Bruto (PIB). Sin embargo, al crear un negocio no hay que olvidarse del aspecto ecológico. Desde Enertak, empresa chilena de insumos médicos, indican que hay que hacer un esfuerzo para crear una economía verde que se preocupe por el medio ambiente.
“Nuestro modelo es 100 % verde”, indica Mauricio Guerra, director de Enertak, empresa que por más de 20 años se ha dedicado a comercializar productos médicos poco mencionados, como lo es una chata desechable o un pato urinario desechable, elementos clave para que pacientes puedan eliminar sus desechos de una forma más cómoda e higiénica en los recintos de salud.
Según datos publicados por el Ministerio de Economía, en 2019 el aporte de las Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes) al PIB fue de un 17 %, lo que las convierte en un elemento central de nuestra economía. Sin embargo, ¿cómo crear modelos de negocio que incluyan la faceta medioambiental? Desde Enertak entregan algunas claves.
Identificar los factores contaminantes en la producción
En todo proyecto de negocio existe una etapa de elaboración de los productos que se van a ofrecer al público. En las grandes industrias, el desafío está en evitar el uso de elementos que contaminen el aire y fomenten la emisión de gases de efecto invernadero. En el caso de los emprendedores que fabriquen sus productos el desafío es menos, pero igualmente deben preocuparse de que la huella que dejen al trabajar sea siempre verde.
Sin embargo, hay casos en los que los emprendedores se dedican a importar productos desde el extranjero. En el caso de Enertak, importan a Chile productos de primera categoría, conocida en el mundo por elaborar sus artículos mediante el reciclaje. “La chata de pulpa desechable que traemos, por ejemplo, al igual que todos nuestros productos están hechos de papel reciclado. Esto hace que pasen por un proceso de producción menos contaminante”, recalca Mauricio Guerra.
Discriminar aquello que se puede reutilizar o reciclar
Tras el proceso de elaboración de un producto hay ciertos residuos que pueden originarse, tales como plásticos, cajas de cartón, metales, entre otros elementos. Para generar una conducta amigable con el medio ambiente, hay que tener claro qué es lo que se puede reciclar y qué es lo que se puede reutilizar. En Chile, por ejemplo, ya hay una ley que establece que las empresas deben encargarse de los neumáticos usados para no contaminar nuestros suelos.
“Nosotros reciclamos todas las cajas y plásticos de embalaje en donde vienen nuestros productos. Sin embargo, hay quienes nos preguntan qué pasa con un pato desechable cuando es utilizado en el hospital. Gracias a los equipos maceradores que también proveemos, las chatas son eliminadas en un proceso que incluye muy poca agua, en donde estos elementos se deshacen y van a parar al alcantarillado común. Ningún rastro de la chata llega al medio ambiente”, explican desde Enertak.
Generan conciencia en el equipo de trabajo
No obstante, ninguna de las acciones descritas anteriormente tiene sentido si no se educa al personal de la empresa. Es importante que el dueño del emprendimiento tenga conciencia de cada una de las acciones medioambientales que está realizando, al igual que sus empleados.
El motivo de esto, es que puedan fomentar una cultura verde fuera de las misma empresa, en donde el equipo de trabajo mantenga conductas que promuevan el cuidado del medio ambiente, tales como el reciclaje, la reutilización de materiales y una mejor eficiencia energética. De hecho, relacionado a este último aspecto, una nueva ley acaba de ser promulgada y ésta incluye el trabajo de la industria y de los ciudadanos. Esperamos en un futuro que esto crezca en gran medida.