A 10 años del 27-F: La importancia del acero estructural como material sismorresistente

La industria local advierte con preocupación que 100 mil toneladas anuales de estructuras de acero están ingresando al país sin cumplir la norma NCh203, que regula la idoneidad del material.
 
 
Desde mediados del siglo pasado rigen en Chile una serie de normativas de diseño y construcción antisísmica, las cuales han sido modificadas y actualizadas a partir de las experiencias recogidas en los distintos eventos telúricos ocurridos a la fecha. 
 
El último trámite regulatorio se realizó posterior al terremoto vivido en la zona centro sur del país, el 27 de febrero de 2010, solicitando una mayor exigencia de calidad a las construcciones y materiales.
 
En este contexto aparece la relevancia de la norma NCh203, elemento que establece los requisitos que debe cumplir el acero que se usará en estructuras, tales como edificios de oficinas, residenciales, centros comerciales, instalaciones industriales, hospitales, etc. Por lo tanto, quien construya utilizando este material en el país, debe acogerse a lo que exige la ley por la seguridad de todas las personas que harán uso de las instalaciones.
 
 
Dante Arrigoni, gerente general de Arrigoni Metalúrgica, empresa que hace 65 años elabora estructuras en acero, explica que el acero estructural ha tenido un excelente desempeño durante los últimos terremotos en Chile, y afirma que durante el 27-F no hubo registros de estructuras de acero que hayan colapsado o con daños significativos.
 
 “Una de las ventajas del acero es que tiene una elevada relación resistencia v/s peso, lo cual, si consideramos que los esfuerzos sísmicos son proporcionales al peso de las estructuras, genera que los esfuerzos sean considerablemente menores comparado con otros sistemas estructurales. Además, el acero posee alta ductilidad lo cual le permite deformarse, sin romperse, y disipar energía durante el terremoto”.
 
Sin embargo, desde su rol de experto y también como vocero del gremio, Dante Arrigoni, advierte con preocupación que en gran medida la norma NCh203 no se está cumpliendo de manera pareja, exigiendo así mejoras en la fiscalización aduanera. “Según el Instituto Chileno del Acero, a Chile ingresan cerca de 100 mil toneladas anuales de estructuras de acero importado de calidad deficiente y sin la certificación exigida por la Ley Chilena. Es algo que venimos haciendo presente a las autoridades competentes hace más de un año y no puede seguir pasando. 
 
Hoy no se supervisa el cumplimiento de los atributos contendidos en la exigente normativa chilena. Si estas condiciones no se cumplen, arquitectos, ingenieros, revisores, inspectores, y todos los profesionales involucrados, no pueden testear -mediante las certificaciones de calidad existentes- el desempeño del acero estructural. Y esto puede ser muy grave si pensamos que estamos en el país con mayor actividad sísmica del planeta”, señala el gerente general de Arrigoni Metalúrgica.
 
 

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