Las distintas visiones de expertos que dejó el sorpresivo alza del Imacec en diciembre 2019

  • Por Diego Ávila

 

Luego del estallido social que comenzó en octubre del año pasado se estimaba que el Índice Mensual de Actividad Económica sufriría una baja considerable en diciembre 2019, no obstante, y contra todo pronóstico, la economía nacional creció un 1,1% en comparación con el mismo mes de 2018, cifra que según el Banco Central se explicaría técnicamente por un incremento en el sector minero de un 3,7%.

Sin embargo, mientras en La Moneda y diversas autoridades celebraban dicha cifra, otros expertos fueron más cautos y aterrizaron las cifras, poniendo paños fríos a los festejos oficialistas. Para el Ingeniero comercial y asesor financiero, Enrique Ibarra, quien además es diplomado en Economía Aplicada de la Universidad Católica y MBA Executive de la Universidad Adolfo Ibáñez, la razón de este sorpresivo resultado sería otra, apuntando que la mirada del ente emisor “es sesgada y no reviste mayor relevancia, ya que el Imacec anual es tan solo de 1,2%, la más baja después de más de 10 años. Estos indicadores no tienen ninguna relación con lo que sucede en nuestro país y, a mi juicio, no tiene importancia ni siquiera el PIB o el ingreso per cápita. Es por esto que el país puede volver sin duda alguna a crecer a tasas del 3%, 4% o 5% y la crisis social va a continuar”. 

Por su parte, Hugo Traslaviña, docente de la Universidad Central y periodista especializado en economía y finanzas, bajo esta misma línea explica que “ayudó a este modesto crecimiento el alza registrada en la actividad minera y el aumento en la inversión pública. Según datos de Dipres (Dirección de Presupuestos), esta aumentó en 9,3% en 2019, con respecto a 2018, y representa nada más ni nada menos que el 25% del crecimiento total en 2019”. En base a lo anterior, advierte que “este último dato es clave para adelantar una tendencia en 2020, dado que es probable que frente a las gigantescas demandas en el plano social (previsión, salud y educación e infraestructura), la inversión pública estará actuando como un importante motor del crecimiento. Así y todo, la proyección del PIB para 2020 es levemente inferior a 1% (FMI) y, en el mejor de los casos, si la situación política y social se logra estabilizar, la economía podría crecer entre 1,5 y 2,0%”.

Además, para finalizar, Traslaviña deja en claro que “lo ocurrido en 2019 demuestra que la política antecede a la economía. O sea, que el crecimiento económico no es autónomo y lo que pueda ocurrir con el crecimiento depende crucialmente de lo que ocurra en el plano político e institucional”.

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