¿Qué variables considerar para asegurar un mejor rendimiento del lubricante de tu auto?
Los aceites para motor para automóviles han evolucionado bastante, y la tendencia es a productos con viscosidades más bajas sin comprometer la protección del motor.
Las condiciones de manejo no son iguales para un automóvil conducido mayoritariamente en carretera que en ciudad, o para aquellos más antiguos o con poco kilometraje, entre otros puntos.
Está clara la relevancia del motor para el vehículo, pero suelen surgir dudas en torno a cómo los lubricantes ayudan a mejorar las condiciones para mejorar su funcionamiento; es decir, cómo optimizar su rendimiento.
Por lo que, desde ENEX, macro distribuidor de Lubricantes Shell, definen algunos conceptos básicos para cuidar el aceite de motor, aclarando ciertas inquietudes comunes entre los conductores que tienen que ver con el producto en sí o con las características del vehículo.
Lo primero es entender su nomenclatura. “En general la viscosidad de los lubricantes para automóviles está compuesta de un número acompañado de una letra W y posteriormente otro número, al hablar de lubricantes con esta nomenclatura significa básicamente que se están mezclando dos productos en uno para optimizar su rendimiento:
Un producto que puede operar sin problemas a bajas temperaturas durante el invierno (la letra “W” proviene de la palabra winter que significa invierno en inglés) y/o bajo la condición de partida en frío y un producto que además puede operar sin problemas durante épocas de mayor temperatura (verano) y/o durante el funcionamiento del motor en el que está expuesto a elevadas temperaturas”, afirma Carlos Becerra, Jefe de Soporte Técnico de Lubricantes Shell, quien explica que “antiguamente existían lubricantes distintos para temporadas de invierno y verano pero ahora existen los productos denominados multigrado donde las combinaciones de viscosidad más conocidas en vehículos de pasajeros son SAE 10W-40, 5W-30 o 0W-20”.
A su juicio, “los aceites para motor han evolucionado bastante y la tendencia apunta a reducir su viscosidad sin comprometer la protección de sus componentes, antes se necesitaban lubricantes más “gruesos”, con grados de viscosidad SAE más elevados como SAE 20W-50 para generar un espesor considerable de la película de lubricante que protegiera los componentes en movimiento del motor”.
Becerra explica que en la mayor parte de los casos, “los vehículos de pasajeros del año 2010 en adelante utilizan un aceite generalmente sintético SAE 5W-30 o incluso de menor viscosidad como 5W-20 y 0W-20”.
“Las personas se sorprenden si revisan el manual de su vehículo y encuentran que deben utilizar un aceite de viscosidad SAE 5W-30 generalmente de base sintética y cuando van al concesionario o taller le ofrecen un producto SAE 10W-40, semisintética de menor costo que es un producto de calidad superior a un lubricante mineral pero inferior a un producto sintético”.
En ese sentido, aclara que actualmente es posible mezclar diferentes tipos de lubricantes de motor, la tendencia de mercado es el crecimiento en el uso de lubricantes sintéticos en la medida que se exija al lubricante extender su vida útil y lograr mayor ahorro energético, aunque, por un tema de costos, “el mayor volumen de venta de lubricantes para motor sigue siendo de productos de bases minerales y semisintéticos”.
Ejemplifica que “el intervalo de mantenimiento de un vehículo de pasajeros puede ser en promedio de 10 mil a 15 mil kilómetros y dicho rendimiento no se puede lograr con un aceite mineral, probablemente como recomendación de marca de la mayoría de los concesionarios, se recomiendan productos full sintéticos o semisintéticos; es decir, no se recomienda un producto mineral para estos intervalos de cambio de aceite porque probablemente no va a rendir este kilometraje”.
Compatibilidad y funciones
El Jefe de Soporte Técnico de Lubricantes Shell afirma que, si por algún motivo particular o emergencia “el vehículo utiliza un producto sintético en el motor y sólo tengo la opción de cargar un producto mineral para efectuar un relleno, lo que se debe considerar siempre es la compatibilidad de los lubricantes que en general, para este tipo de productos (aceites de motor) no se presentan problemas”. Sin embargo, se debe considerar que “al cargar un aceite mineral en el motor de un auto que utiliza un aceite sintético lo que se está haciendo es degradarlo, reduciendo su rendimiento y eficiencia”.
Por otra parte, el ejecutivo indica que además de lubricar el motor, el aceite tiene la función de enfriar (refrigerar) además de controlar la contaminación que se generan durante la combustión (limpiar) entre otras propiedades. La contaminación que se genera durante el proceso de combustión cuando el motor está en funcionando provoca que el aceite se empiece a oscurecer, “si cargo el motor con un aceite nuevo y después de un cierto nivel de kilómetros recorridos reviso la varilla de nivel de aceite y este mantiene el mismo color original, probablemente, el lubricante utilizado es de mala calidad, ya que no está reteniendo los contaminantes que se generan durante la combustión y se debe tener cuidado con esto”, advierte.
Asimismo, agrega que las exigencias para cada automóvil varían mucho y no existe un intervalo de cambio estándar para la duración del aceite. De hecho, “hay gente que piensa qué el manejo en carretera es más exigente que el de ciudad, pero es al revés, puesto que bajo esta última condición, el vehículo está sometido a partidas y detenciones constantes por el tráfico y además, varios vehículos modernos incorporan el sistema start-stop que detiene el motor cuando el vehículo está frenado por mucho tiempo y esta condición de partidas constantes del motor es una condición de operación crítica y de alta exigencia para el lubricante”, aclara.
Por lo anterior, Becerra dice que la recomendación oficial de Shell Lubricantes respecto a intervalos de cambio de aceite de motor es “respetar siempre lo que indica el concesionario y también considerar el tiempo que está el aceite en el motor ya que hay muchos conductores que en un año no recorren 10 mil o 15 mil kilómetros que son pautas estándar de mantenimiento, y en estos casos se recomienda cambiar el aceite con máximo año de uso y revisar periódicamente (al menos una vez al mes) el nivel de aceite levantando la varilla (con el vehículo en terreno nivelado) para que la medición sea representativa”.
Se debe considerar además que, “al estar el vehículo detenido por mucho tiempo, éste corre el riesgo de que el lubricante se degrade y se oxide mucho más rápido”, agrega.
Otra variable que puede resultar inquietante es el tipo de aceite para quienes tienen vehículos antiguos. En ese caso, el experto indica que “es recomendable utilizar el producto que ha utilizado históricamente”, porque “si por ejemplo durante todo el tiempo el vehículo ha utilizado un aceite muy viscoso de baja especificación y me cambio a un aceite de especificación muy elevada probablemente este producto limpie de manera brusca el motor y sumado a que las piezas de estos vehículos estén desgastadas por la antigüedad, se podrían generar problemas de compresión por efecto de la limpieza excesiva del motor”.
Finalmente, el ejecutivo enfatiza en que “no considera necesario utilizar aditivos en el aceite de motor, ya que si el lubricante es de buena calidad, éste contiene todos los aditivos necesarios para su correcto funcionamiento y además cumple con las especificaciones para las que fue diseñado”.